¡Estamos de vuelta!
Después de un parón obligada por lo que, por regla general, se llama: «¡Ays, que no me da la vida!», vuelvo a las buenas costumbres y os traigo un nuevo maridaje de libro.
En esta ocasión, he elegido la genial y divertidísima novela de Mar del Olmo: 45 días por año.
Me lo he pasado pipa leyendo esta novela, no sólo por su lenguaje directo, llano y, en ocasiones, mordaz; sino porque en muchas cosas me he visto algo reflejada, aunque ni de lejos atesoro tantas anécdotas surrealistas o experiencias traumáticas como la escena del vestido que ha inspirado la elección del vino que acompaña esta historia (más que nada porque la que escribe evita ponerse ciertos modelitos, ni con faja mediante).
Para maridar esta historia, he elegido un rueda fresco y amable, el Circe Rueda Verdejo. En cuanto leáis la novela, sabréis que la elección ha venido rodada.
Ana tiene cuarenta y tantos años, dos hijos adolescentes, un marido silencioso, un jefe gay que la utiliza como chica para todo y un perro que es el único que se alegra de verla cuando entra en casa.
Ana tiene un imán especial para las situaciones grotescas.
Trabaja en el suplemento de belleza de un diario nacional y le gusta su trabajo.
Pero, últimamente, siente que todo le viene grande, salvo su ropa, que se empeña en encoger con respecto a su voluptuoso cuerpo, fruto del estrés y la menopausia.
La entrada en escena de una jovencita ambiciosa hará que su estabilidad laboral se tambalee. El efecto mariposa se encargará del resto. Crisis en su matrimonio, con sus hijos y finalmente, la hecatombe: un ERE.
¿Qué hacer cuando no eres feliz en ningún sitio? ¿Es la huida lo más valiente que puedes plantearte cuando te han pisado todo menos el bolso?
Hilarante comedia basada en la vida real de muchas mujeres que no han tenido tiempo ni de padecer la temida crisis de los 40.
Esta novela es ideal para pasar un buen rato, pero no por transmitir la historia con desenfado está exenta de lecturas profundas sobre ciertas crisis existenciales por las que todas las mujeres pasamos.
Lo que más me ha gustado es la total y absoluta falta de pelos en lengua. La voz de la protagonista eleva sin pudor afirmaciones políticamente incorrectas sobre los sentimientos hacia la familia, el matrimonio, el trabajo y los hijos. Cada línea te acerca a una realidad tan sincera, que me ha parecido la mar de refrescante.
La novela de Mar del Olmo se lee de un tirón y te quedas con ganas de saber lo que les espera a los protagonistas. Menos mal que ya se ha editado la segunda parte, titulada El mito del chiringuito. En cuanto reduzca la infinita cola de lectura me pondré con él, promete infinitos maridajes según el estado de ánimo que me asalte esa quincena.
Tronchante historia más que recomendable, ideal para reírte no sólo de la propia trama, sino de ti misma.
El maridaje de esta maravillosa historia ha sido sencillo. No he tenido que pensar para optar por un vino D.O Rueda bien frío: Circe Verdejo, un vino blanco y perfumado de Bodegas Avelino Vegas.
Estamos ante un vino fresco como el argumento y goloso como los diálogos de la autora, suave y perfumado.
De color pálido, amarillo pajizo, en nariz transmite aromas de frutas exóticas y flores. Un aroma largo y perfumado que se mantiene tras el primer regusto, del mismo modo que lo hacen las reflexiones de Ana, la protagonista de la novela.
El Circe verdejo hechiza por su facilidad en el gusto, del mismo modo que Mar del Olmo lo hace con su prosa ágil.
¡Y hasta aquí el maridaje literario de hoy!
¡LEED Y BEBED, MALDITOS! SIN LIBROS Y AROMAS, LA VIDA SERÍA UNA SUCESIÓN DE OSCURAS CAVERNAS SIN FINAL.