El decamerón + Follador prosecco


Esta semana, me he atrevido con uno de los clásicos de la literatura europea: El decamerón, de Giovanni Boccaccio.
Para acompañarlo, he probado con uno de los proseccos de la zona del Véneto con más referencias, un vino de la familia que le da nombre, el Follador prosecco.
EL LIBRO
El decamerón, es un clásico de la literatura italiana que hay que leer, al menos, una vez en la vida, y no porque sea un deber, sino porque resulta un placer. Si te animas, pondrás ante tus ojos lo que se considera como la primera publicación que se editó solo para entretener al lector y que sentó las bases del género novelesco. Las historias que se cuentan en esta colección de relatos son algo muy distinto a todo lo que se había editado en la época. Hay historias eróticas, divertidas, licenciosas y algunas hasta podría decirse que tienen cierta moraleja.
Sinopsis:
Escrita entre 1349 y 1351, es una colección de cien cuentos de variada procedencia donde el autor muestra su inigualable destreza de narrador, perspicacia psicológica, certera pincelada satírica y magnífica descripción de las costumbres de aquel tiempo. Los cuentos son relatados por un grupo de diez jóvenes que se retiran a las afueras de Florencia para protegerse del contagio de la peste que asolaba la ciudad; allí, durante diez días, cada uno de ellos tiene que gestionar una jornada y todas sus actividades; entre éstas destacas especialmente las reuniones donde, para pasar el tiempo, los presentes tienen que contar un cuento. Los temas son muy variados, abundan los licenciosos, pero también se narran historias sentimentales, trágicas y moralizantes
El decamerón, es un libro con un contenido erótico considerable, pero está escrito de forma exquisita. Esperaba que el lenguaje dificultara un poco la lectura, pero no me resultó molesto ni enfangó el disfrute de cada historia, con las que me divertí mucho y aprendí los usos y costumbres de una Baja Edad Media recién estrenada.
Un detalle que me llamó la atención y me gustó, es que en la historia, los personajes femeninos muestran sus deseos e inclinaciones de forma abierta, y no esperan a que sea el varón el que tome iniciativas, algo nada habitual en ese siglo, que solía retratar a las féminas como entes temerosos de Dios, que esperan que su hombre las rescate y las conquiste.
Otro asunto que me llamó la atención es una doble crítica social. La primera, es que retrata a los miembros de la iglesia como verdaderos seres libidinosos, algo que era sabido pero no pregonado. La segunda, es que a pesar de desarrollarse en una época terrible, en plena crisis de la Peste Negra, los personajes principales, que huyen de ella para evitar contagiarse, parecen divertirse ajenos a la desolación que ocurre a pocos kilómetros, lo que supone una crítica clara a la sociedad pudiente de la época.
MARIDAJE
¿Has dejado ya de reírte por la ocurrencia del nombre de este vino? Vengaaaaaa.
Puede que en castellano suene a broma, pero el Follador prosecco lleva el apellido de la familia que lleva generaciones regentando estas bodegas, y que significa hoja-de-oro (folla-d-or). A ver, que no digo que no venga al pelo teniendo en cuenta el carácter erótico de los relatos, pero en realidad lo he escogido porque creo que lo mejor para acompañar este magnífico clásico italiano es un prosecco frizzante, un vino del Véneto con chispa que se integra con facilidad en cada línea, algo que no me sucedió con otros vinos de la zona donde se desarrolla la historia que hace de hilo conductor de los relatos (Florencia-Toscana), y que fueron mi primera prueba.
De color amarillo pajizo con reflejos verdosos, este ligero espumoso se elabora exclusivamente con uva de la variedad Glera. Tiene un bouquet rico y lleno de notas florales de almendro y fruta madura, mientras que en boca es aterciopelado, armonioso y sabroso. Ideal tomarlo frío.