Supe de la novela Shjol, de Ana Masago, gracias a una reseña. Me intrigó tanto que tuve que comprármela y, la verdad, me alegro mucho de haberlo hecho.
Y para acompañarla, he optado por una cerveza artesana premium, un capricho oscuro que ha maridado a la perfección con esta oscura novela: la cerveza Funeralópolis Russian Imperial Stout.
Como en todas partes se la describe, Shjol es una novela negra… Muy negra, pero aunque a mí este estilo de historias me encanta, lo que más me ha gustado es el estilo directo de la autora, algo que me encanta. Me lo leí en un par de días, no sólo por la agilidad de la prosa, sino porque el argumento me enganchó desde el principio, haciendo que quisiera leer más. Logra una ambientación muy chula que adereza con capítulos cortos que te vas merendando sin darte cuenta.
Tin Town, 19 de agosto de 2012. En un pequeño pueblecito interior agrícola donde la actividad más emocionante de la policía local era sacarle el polvo a las placas de sheriff y limpiar sus armas en desuso, había sucedido un hecho sin precedentes del que las cotillas del lugar hablarían generaciones: Laura Clark había desaparecido. Que una adolescente se fugase unas horas en un arrebato de rebeldía no era algo que al avispado sargento Harris le pusiese en alerta. Sin embargo, las circunstancias de su supuesta huida hacían que se te erizasen los pelos de la nuca: llevaba dos días muerta y habían profanado su tumba. Nuestro detective intentará atrapar a toda costa al Embalsamador, que siempre parece estar por delante de todas sus pesquisas. ¿Podrá recuperar el cuerpo de Laura? ¿Será la única víctima de este depravado? ¿Conseguirá detener a este criminal? Este es el inicio de una trepidante historia llena de giros, misterio y emoción donde nada es lo que parece.
Como he dicho arriba, la principal característica de esta novela es que engancha y se lee muy rápido. Pero no por eso es ligera, todo lo contrario. Los temas que trata no solo son oscuros, sino que están explicados con mucha profundidad y desde un punto de vista psicológico que a mi me ha aportado mucha información. Soy lectora habitual de ensayos sobre psicopatías y parafilias asesinas para documentarme, e ignoraba que había tantas clases de necrofilia. Se agradece haberlo aprendido en el entorno de una novela de ficción tan entretenida, en lugar de un tratado más académico.
Lo que más me ha gustado es que en en el desarrollo de los capítulos cortos, la autora toca los tres puntos de vista de los personajes más importantes: la víctima, el asesino y el policía que le persigue.
No voy a destripar el final, que también me gustó por muchos motivos, entre ellos el papel de la víctima en los últimos compases y la sorpresa que te encuentras en el epílogo.
Yo no quise saber qué significaba el título de forma deliberada hasta acabarla, pero si tienes curiosidad, no es algo que se esconda.
Novela muy recomendable.
He de confesar que el destino me ayudó con la combinación de esta novela con la cerveza Funeralopolis, que probé por casualidad hace unas semanas y recordé de inmediato al leer la historia. Su color oscuro y sabor intenso combinan a la perfección con esta novela, oscura e intensa a su vez.
Funeralopolis es una cerveza de color entre marrón oscuro y negro, coronada con una fina capa de espuma color puesta de sol en el cementerio.
En nariz se nota el café y el chocolate con aromas tostados. En boca es dulce, con presencia de maltas tostadas y frutos secos, toques de café, caramelo, melaza y chocolate que le da una textura suave con un cuerpo pleno, de textura densa y oleosa.
De final es dulce y largo, esta cerveza presenta sabores muy complejos, hay que probarla más de una vez para percibirlos todos.
La Funeralopolis es una colaboración entre Laugar, NaparBCN y Branca Studio y Cervezoteca Malte, cervecería de referencia en Galicia.
Tercera cerveza elaborada bajo las Doom Series, donde rinden tributos a diferentes bandas, en este caso una oscura pieza sonora del grupo Electric Wizard.
¡Y hasta aquí el maridaje literario de hoy!
¡LEED Y BEBED, MALDITOS! SIN LIBROS Y AROMAS, LA VIDA SERÍA UNA SUCESIÓN DE OSCURAS CAVERNAS SIN FINAL.